¿Qué es el fentanilo y porque es tan adictivo?
El fentanilo es uno de los opioides más fuertes, es un fármaco controlado al igual que la morfina y su uso es generalmente indicado en pacientes con dolores intensos o padecen de dolor crónico con tolerancia a otros opioides.
La tolerancia ocurre cuando se necesita consumir cada vez mayor cantidad de una droga o sustancia psicoactiva para conseguir el efecto deseado.
Existen dos tipos de fentanilo, uno como ya lo comentamos es el fármaco y el otro es el fabricado de manera ilícita. Ambos se consideran opioides sintéticos.
Al igual que la heroína, morfina y otras drogas opioides, el fentanilo actúa al unirse con receptores opioides que se encuentran en áreas específicas del cerebro que se encargan del control del dolor y las emociones.
¿Qué son los opioides?
Los opioides son una clase de drogas que se encuentran en forma natural en la planta de amapola o adormidera, algunos de ellos, se elaboran directamente de la planta, mientras que otros, como es el caso del fentanilo, se crean en laboratorios, donde los científicos utilizan la misma estructura química para fabricar opioides sintéticos o semisintéticos. Al igual que otros analgésicos opioides, el fentanilo produce efectos como relajación, euforia, alivio del dolor, sedación, confusión, somnolencia, mareos, náuseas, vómitos, retención urinaria, constricción pupilar y depresión respiratoria.
Cuando lo receta un médico, el fentanilo se puede administrar en forma inyectable, en forma de un parche que se coloca sobre la piel o en forma de pastillas que el paciente disuelve en la boca como si fueran pastillas para la tos; cuando se consume de manera ilegal puede ser en forma de polvo, vertido en gotas sobre papel secante, en envases de gotas para los ojos o rociadores nasales o en pastillas parecidas a las de otros opioides recetados.
Los efectos del fentanilo incluyen:
· Felicidad extrema
· Aletargamiento
· Náuseas
· Confusión
· Estreñimiento
· Sedación
· Problemas para respirar
· Pérdida del conocimiento
El fentanilo es totalmente adictivo, la adicción a él se caracteriza por la búsqueda y consumo impulsivo de la sustancia, cuando ya se tiene la dependencia, la persona continúa consumiendo aun cuando sabe que el hacerlo le deja consecuencias en distintas áreas de su vida.
Cuando se deja de consumir la persona adicta puede experimentar algunos de los siguientes síntomas, debido al síndrome de abstinencia:
– Dolores en músculos y huesos
– Problemas para dormir
– Diarrea y vómitos
– Escalofríos con «piel de gallina»
– Movimientos incontrolables de las piernas
– Deseos intensos de consumir la droga
Es por lo anterior importante que, si conoces a alguien que este consumiéndolo o este haciendo mal uso de las indicaciones médicas, no dudes en pedir información con la finalidad de ayudarle y que podamos romper las cadenas de la adicción. Las adicciones van mucho más allá de una conducta o rebeldía, son una enfermedad crónica y requiere de atención.
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