¿AMAR AL OTRO, SIN AMARTE A TI?
Tener claro lo que uno quiere y lo que uno es, aumenta significativamente las probabilidades de que una relación de pareja termine siendo el éxito que se espera.
No obstante, cuando una persona no sabe vivir el amor, cuando no sabe amar desde el respeto y la aceptación de la otra persona, cuando no actúa desde la generosidad, antes de involucrarse en una relación afectiva (que no siempre será color de rosa), es entonces que, debería encauzar todas sus energías al aprendizaje del amor y dentro de este aprendizaje va de manera inexcusable el aprender a amarse a sí mismo.
El Amor que es un sentimiento grande y elevado, que se presenta en conjunto con la Fuerza, Bondad y Sabiduría, de la parte más noble del Espíritu. Frecuentemente puede estar proyectado en diferentes direcciones: Hacia cosas y seres, concretos o abstractos, diferentes a los humanos, tales como animales, plantas, regiones, estudio, etc. Hacia nuestros propios congéneres. A los seres que son superiores a nosotros, como santos, sabios o los mismos Dioses o Dios Supremo. Pero el amor más importante que podemos sentir y aprender a reconocer es, el amor hacia nosotros mismos.
El amor propio determina si los demás te respetan, si generas relaciones sanas, si disfrutas de tu tiempo a solas o si simplemente desarrollas mayor encanto.
¿CÓMO PUEDO APRENDER A AMARME?
No hay mejor herramienta para lograr amarse, que conocer a fondo la propia identidad y ser capaz de valorar correctamente lo que uno “es” en el momento presente, tomar conciencia de que esa valoración no es inamovible y puede variar con el tiempo porque queda mucho por hacer, llegar al convencimiento de que la posibilidad de hacerlo existe y hay que poner manos a la obra para conseguirlo y así, seguir creciendo y progresando. Cuando no somos capaces de ver nuestras virtudes, nos infravaloramos y con ello coartamos nuestras propias actuaciones, no aprovechamos los valores y potencias que tenemos y por lo tanto, el avance personal y la ayuda que pudiéramos prestar a los demás, se resienten, quedan disminuidos sin capacidad para llegar a dar los frutos deseables.
El Amor Propio se convierte en provechoso y eficaz, cuando va acompañado de prudencia, generosidad, objetividad y respeto hacia uno mismo. Si no poseemos la capacidad de respetarnos, ¿cómo podremos respetar a los demás, o pretender que ellos nos respeten? Si no sabemos conocernos y amarnos, siendo lo más cercano que tenemos, ¿cómo vamos a intentar conocer y amar a los otros?
Cuando eres una persona plena QUE SE RESPETA, CONOCE Y RECONOCE EN TODOS LOS ASPECTOS DE LA VIDA, estamos hablando de que eres una persona con suficiente AMOR PROPIO. Por lo contrario, cuando no es así, no concibes sentirte bien contigo mismo, no logras observar la gran gama de colores que la vida te presente y solo te enfocas en los grises y oscuros, lo cual puede llevarte a terminar con tu propia vida, a involucrarte en ámbitos perjudiciales para ti mismo, a introducirte en el mundo de las drogas y adquirir una fuerte ADICCIÓN que sin recibir ayuda o apoyo de los demás difícilmente se superara.
Sabemos que tienes preguntas de cómo ayudar a tu familiar
¡Y nos encantaría escucharte! Comunícate con nosotros al (443)-3-13-99-26.
¡Gracias por visitar nuestro blog!
¡Cuidamos lo que más amas!


