CICLO DE LA ADICCIÓN

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La adicción no llega de la nada, sino que es la respuesta más simple, fácil, nada elaborada de una persona que está buscando placer para menguar su dolor por algún evento que lo conmina al mismo, es decir, cuando una persona tiene un mal manejo de emociones entonces no tiene la capacidad para reponerse de una realidad vivencial extrema para ella misma, y digo para ella misma porque la misma realidad extrema puede ser algo muy simple para otra persona, y es por ello que busca una realidad virtual, una vida paralela, conscientemente se transforma en un avatar y decide vivir un espejismo, y este espejismo es provocado por una persona o una sustancia o un proceso. Este proceso le puede resultar gratificante, aunque luego, si no tienen cauterizada la conciencia, producirá un terrible dolor de corazón.

Ahora les compartimos un poco de como se desarrolla el ciclo adictivo, se presenta en diferentes etapas:

  1. Factor desencadenante.
  2. Ambientación.
  3. Justificación.
  4. Perpetuación.
  5. Dolor, vergüenza, sentimiento de culpa.

 

FACTOR DESENCADENANTE.

Dependiendo del tipo de adicción, es la exposición de un individuo a un proceso o sustancia o persona que despierta su concupiscencia, acaricia su punto débil, sugiere el inicio de un deseo obsesivo recurrente. Este factor desencadenante puede ser gráfico, audiovisual, real o imaginario, de allí que un exadicto debiera ejercer control sobre su voluntad y pensamiento tanto o más que una persona normal. Este momento es el que se debe vigilar, el adicto que desea recuperarse debe cuidar de iniciar este proceso que desencadenará la ola adictiva. Si el individuo da rienda suelta a su pensamiento y su imaginación, entonces ingresará en un segundo estadio continuando así el camino resbaloso hacia la perpetración.

AMBIENTACIÓN

Es decir, se crean las condiciones adecuadas para que el individuo desee practicar su acto adictivo, estas condiciones generalmente son:

  • Lejos de ser un momento en el que se puede disfrutar de la meditación, una buena lectura o la ejecución de un pasatiempo, para una persona adicta, la soledad se constituye en un encontrarse consigo mismo y su dolor de no tener placer, por lo que trae a su mente la posibilidad de satisfacerse con su conducta adictiva.
  • Emociones descontroladas, como depresión, ansiedad, ira, frustración, que pueden estar vinculadas a una dieta, un mal día, un mal resultado, o alguna circunstancia que las generó. Ante estas emociones, el adicto busca no enfrentarlas porque no quiere o no sabe cómo, y busca huir de ellas creándose una segunda vida paralela, una realidad adictiva.
  • El sueño o cansancio es cuando la mente está más susceptible a aceptar lo que sea sin oponer mucha resistencia.

Entonces, juntos estos tres factores, o uno de ellos, el adicto busca un lugar donde pueda encontrar el ambiente adecuado para perpetrar su acto adictivo.

JUSTIFICACIÓN

En este momento el individuo encuentra varias razones que justifique su conducta adictiva. Pensamientos tales como: “voy a ver si ya estoy fuerte”, “hace tiempo que no veo esto”, “voy a practicar esto como tema de estudio”, “total, sólo voy a jugar una partidita”, “sólo voy a estar con ella un ratito”, entre otros son los que justifican tontamente la exposición a un acto adictivo. Pero los mismos argumentos no tendrían ningún efecto si hubiese alguna persona presente observando,

PERPETRACIÓN

Aquí el adicto consuma su acto. Juega, mira, toca, consume o participa de aquello que repudia, de aquello que desprecia y se contagia de aquello que no tiene la fuerza de voluntad para negar. Su mente es consciente de que está haciendo mal, pero se ha dejado dominar por los deseos de sus apetitos descontrolados.

La adicción crea un efecto de sedación, creando en el adicto una sensación de seguridad de que lo que está haciendo no es malo.

VERGÜENZA

En esta etapa del ciclo adictivo, el adicto ya consumó su acto y se siente muy mal por lo que hizo, asume una actitud de autorechazo y autoreprobación. Pensamiento como: “si yo sé que no debía continuar con esto”, “porque no pude acabar con esta situación·”. Aquí es donde el adicto llora el dolor de no poder dominarse. Tiene pena por no poder decir no a la tentación.

Recuerde que si se fue adicto, siempre quedará en el cerebro el camino sináptico que se elaboró con la adicción continua, por lo que se hará más fácil reiniciar, que si no se hubiese nunca practicado un mal hábito. Por ello es necesario que el ex adicto identifique y se aleje de los factores desencadenantes en la medida de lo posible.

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