LA IMPORTANCIA DE LA ESPIRITUALIDAD EN EL PROCESO DE REHABILITACIÓN ADICCIONES
Existe correlación significativa entre el apego al tratamiento y la espiritualidad, la espiritualidad se asocia con creencias que impulsan la acción, ayudando al mantenimiento de conductas, muchas veces a partir del sentido y propósito de la vida, encontrándose en ésta. Es por esto, que favorece la funcionalidad del tratamiento, ya que incrementa la adherencia al proceso, conservando las conductas aprendidas y construidas desde el mismo.
Víctor Frankl, fundador de la logoterapia, comparte que la espiritualidad es el acto de buscar sentido en la forma más profunda; y buscarla en la forma que es más auténticamente nuestra”, es decir, actuar con intenciones dirigidas por valores, encontrando coherencia y dirección entre las acciones y lo que es la persona en sí misma.
¿Cómo ayuda la espiritualidad en el proceso de rehabilitación?
La espiritualidad ayuda a superar la adicción al llenar el vacío espiritual, proporcionar un marco para la sanación emocional y física, conectar con un poder superior y proteger contra las recaídas. Las prácticas espirituales, como la oración y la meditación, promueven la resiliencia emocional y las habilidades de afrontamiento, vitales para mantener la sobriedad. Además, la integración de la espiritualidad en los programas de recuperación, en particular el modelo de los doce pasos, enfatiza el despertar espiritual como esencial para una recuperación duradera, abordando tanto los aspectos psicológicos como los emocionales.
¿Cuáles son las prácticas espirituales comunes en la recuperación de la adicción?
1.- Meditación y atención plena:
La meditación y la atención plena mejoran la autoconciencia, controlan los antojos y cultivan la paz interior. Un estudio de 2017 de Xiao, Q., «The Mindful Self: A Mindfulness-Enlightened Self-view», publicado en la revista Frontiers in Psychology, sugiere que la meditación y la atención plena tienen inmensos beneficios para la salud mental, incluyendo la autoconciencia. Mediante estas prácticas, las personas desarrollan una comprensión más profunda de sus pensamientos y emociones, lo que les permite observar sus reacciones sin impulsividad. Esta mayor conciencia fomenta la regulación emocional y una mejor toma de decisiones, lo que conduce a mejores relaciones y al crecimiento personal.
Además, las técnicas de atención plena ayudan a controlar los antojos al promover un estado no reactivo, lo que permite a las personas reconocer los deseos sin sucumbir a ellos. En definitiva, la práctica constante fomenta la paz interior al conectar a las personas con el momento presente, reducir la ansiedad y el estrés, y fomentar la resiliencia ante los desafíos de la vida.
2.- Oración y reflexión:
Heinz, AJ, en su artículo «Un estudio de grupo focal sobre espiritualidad y tratamiento del abuso de sustancias», publicado en la revista Substance Use & Misuse Journal, indicó que la oración era un componente crucial entre las personas que abusan de sustancias, tanto en recuperación como en abstinencia. A través de la oración, las personas expresan sus miedos, buscan la guía divina y encuentran fuerza en momentos difíciles, creando una conexión con un poder superior que alivia la sensación de aislamiento. Esta práctica fomenta la autorreflexión, ayudando a las personas a comprender las causas profundas de su adicción y reforzando su compromiso con sus objetivos de recuperación. Además, la oración proporciona apoyo emocional y promueve la paz interior, esencial para superar los antojos y mantener la concentración en el proceso de recuperación.
3.- Conectando con el arte:
De igual manera, la arteterapia ofrece una vía creativa para expresar emociones complejas relacionadas con la adicción. Ayuda a las personas a procesar el trauma y los sentimientos sin confrontación, facilitando el crecimiento personal y la sanación. Juntos, la naturaleza y el arte crean un enfoque holístico para la recuperación, nutriendo el espíritu y acompañando el camino hacia una transformación duradera.
4.- Practicar la gratitud:
Practicar la gratitud cambia la mentalidad durante la recuperación de una adicción y mejora el enfoque en la positividad en la vida diaria. Según el estudio de 2017 de Krentzman, AR, «Gratitud, Abstinencia y Trastornos por Consumo de Alcohol: Informe de un Hallazgo Preliminar», publicado en la Revista de Tratamiento del Abuso de Sustancias, se demostró que practicar la gratitud aumentaba los niveles de abstinencia 6 meses después de salir de los programas de tratamiento. Cuando las personas reconocen y aprecian conscientemente los aspectos positivos de su vida, comienzan a reconfigurar sus cerebros para reconocer y enfatizar las experiencias positivas en lugar de obsesionarse con los pensamientos negativos. Este cambio se produce porque la gratitud fomenta una perspectiva más optimista, permitiendo que las personas vean los desafíos como oportunidades de crecimiento en lugar de obstáculos insuperables. Al reflexionar regularmente sobre aquello por lo que están agradecidos, ya sea a través de un diario, afirmaciones verbales o meditación consciente, las personas pueden cultivar un hábito de positividad que impregne sus interacciones y procesos de toma de decisiones.
Además, las prácticas de gratitud fomentan la resiliencia al ayudar a las personas a afrontar el estrés y la adversidad. Ante las dificultades, quienes mantienen una práctica de gratitud son más propensos a centrarse en sus fortalezas y el apoyo que reciben de los demás, lo que atenúa los sentimientos de impotencia y desesperación. Esta reformulación positiva no solo mejora el bienestar emocional, sino que también mejora las relaciones, ya que expresar gratitud hacia los demás fortalece los vínculos sociales y promueve un sentido de comunidad.
Beneficios de la espiritualidad durante la rehabilitación de adicciones
La espiritualidad es una parte fundamental del proceso de rehabilitación de adicciones. Exploremos algunos de sus principales beneficios:
1.- Ayuda a encontrar un nuevo propósito:
A medida que el individuo experimenta un proceso de crecimiento espiritual, descubre un nuevo propósito y significado en su vida. Este sentido renovado impulsa acciones positivas en su día a día, lo que es esencial para la recuperación.
2.- Promueve la responsabilidad:
Una fuerte conexión con un «poder superior» fomenta un sentido de responsabilidad no solo hacia este poder, sino también hacia los seres queridos del adicto. Esto crea un compromiso más profundo con el proceso de recuperación.
3.- Conecta con algo externo a uno mismo:
La espiritualidad facilita la transición del aislamiento, sumergido en sustancias adictivas, hacia una conexión más profunda con ese poder superior que proporciona apoyo y fortaleza en los momentos difíciles.
4.- Aumenta compasión y humildad:
Otro de los beneficios de la espiritualidad es que esta fomenta la práctica de virtudes basadas en la fe, como la empatía, la compasión y la humildad. Estas cualidades son fundamentales para ayudar al adicto a relacionarse de manera más positiva con los demás.
5.- Fomenta la resiliencia:
La espiritualidad también promueve la resiliencia ante la adversidad. Al desarrollar una perspectiva más amplia sobre la vida y reconocer la naturaleza transitoria de los desafíos, la persona en recuperación se fortalece para enfrentar los altos y bajos del proceso, mejorando su capacidad para superar obstáculos.
Importancia de integrar la espiritualidad en el proceso de rehabilitación
Integrar la espiritualidad en el tratamiento fomenta un enfoque holístico que aborda no solo las dimensiones físicas, sino también las emocionales, mentales y espirituales de la salud. En la recuperación de adicciones, por ejemplo, prácticas espirituales como la atención plena y la meditación mejoran la autoconciencia y las habilidades de afrontamiento, reduciendo el estrés y los antojos. Esta integración conduce a mejores resultados del tratamiento, ya que los pacientes suelen reportar un mayor propósito y apoyo comunitario. Por lo tanto, un enfoque holístico puede mejorar significativamente la recuperación al promover el bienestar general y la resiliencia.
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