Actualmente el alcoholismo es más frecuente de lo que se piensa ubicándose en el contexto nacional como uno de los problemas de salud pública de mayor relevancia, debido a las consecuencias sanitarias y sociales que experimentan quienes lo consumen.
El alcoholismo es una enfermedad de tipo crónica en cuyo desarrollo y manifestaciones clínicas influyen factores genéticos, psicosociales y ambientales. Esta enfermedad se caracteriza por la falta de control en el consumo ya sea continuo o intermitente de diversas bebidas hechas a base del alcohol, este consumo se manifiesta a pesar de que la persona presenta preocupación por hacerlo y por sus consecuencias.
Esta enfermedad no solo afecta al bebedor sino también a su familia y a la sociedad en que vive, dando como resultado situaciones de violencia intrafamiliar, disfunciones familiares, divorcios, perdidas y conflictos económicos e inclusive se puede llegar a la muerte.
El primer signo de alarma lo percibe la familia debido a los desajustes que se observan en el bebedor, empieza un cambio en el sistema familiar llevando a desacuerdos y discusiones con el resto de los integrantes de la familia, hay perdida de amistades lo cual ocasiona que el bebedor poco a poco se margine, no percibe los cambios por su enfermedad, insistiendo en que posee la misma capacidad de trabajo y de afrontar los problemas familiares, pero ocasionalmente se producen deficiencias cerebrales temporales así como del control de sí mismo que lo puede llevar a la agresividad haciéndolo más vulnerable accidentes.
En Caminos Posibles tenemos como objetivo apoyarle en la rehabilitación y recuperación, esto se da por medio de un proceso gradual que requiere de constancia y esfuerzo tanto del bebedor como del entorno familiar, este esfuerzo deja notables beneficios en la calidad de vida del adicto y de su familia.