Una guía para la familia del Alcohólico
La mejor defensa de la familia contra los efectos emocionales del alcoholismo es tener un verdadero conocimiento de la enfermedad y adquirir la madurez emocional y el valor necesarios para poner en practica ese conocimiento.
Es posible que la persona más allegada al alcohólico necesite más ayuda y asesoramiento que el alcohólico mismo para comenzar un programa eficaz de recuperación, dicha recuperación no es únicamente de la persona que padece la enfermedad, sino que es una recuperación de todo el sistema familiar.
El alcoholismo es una enfermedad que provoca grandes efectos emocionales en los familiares más cercanos al alcohólico. Es asombroso ver lo bien que el alcohólico controla a su familia, el alcohólico bebe una y otra vez, los familiares lloran, gritan, se quejan, suplican, alegan, ruegan, amenazan o por el contrario permanecen callados respecto a la situación también encubren, protegen y defienden al alcohólico de las consecuencias de la bebida. Si el alcohólico continúa controlando a la familia es porque sus familiares no pueden oponerse a su comportamiento y así contribuyen a conservar la ilusión del poder del alcohólico. Para mantener esta ilusión el alcohólico cuenta con dos armas primordiales los familiares deben aprender a defenderse de esas armas para que la enfermedad no los agobie lo cual les causara problemas mentales y emocionales considerables.
- La primer arma, es la facultad de hacer perder la paciencia o provocar la pérdida del temperamento, si el familiar o amigo se enfurece o se torna hostil la ayuda que podrá ofrecer al alcohólico será poca, consciente o inconscientemente el alcohólico está proyectándole a la otra persona una imagen del odio que siente hacia sí mismo, si ese odio se manifiesta en ataques de enojo la imagen se corrobora, luego el alcohólico le encuentra una justificación en su mente al haber bebido en el pasado y tiene ahora una excusa adicional para beber en el futuro, el perder el temperamento destruye la oportunidad de ayudar en ese momento.
- La segunda arma del alcohólico, es la facultad de causar ansiedad. La ansiedad impulsa a la familia a hacer por el alcohólico lo que este debe hacer por sí mismo antes de que se pueda detener la enfermedad e iniciar la recuperación, es como un cheque sin fondos, el cheque puede girarse antes, durante o después del periodo de borrachera.
El alcohólico no tiene dinero en el banco para cubrir el cheque, cuando la ansiedad de los familiares se vuelve muy intensa con respecto a lo que ocurrirá si no se paga el cheque consiguen el dinero y cubren el cheque esto alivia temporalmente la ansiedad de la familia y la del alcohólico pero establece una nueva conducta en el alcohólico en cuanto a la solución de problemas el alcohólico ahora se da cuenta de que su familia va cubrir las consecuencias en lugar de él, esto se convierte en la expectativa y en la explicación racional cada vez que se gire un cheque sin fondos más importante aún si los familiares pagan el cheque, por que el alcohólico no puede hacerlo este error se hará permanente , el alcohólico no puede deshacer lo que los otros ya han corregido, esto aumenta el sentimiento de fracaso y de culpa del alcohólico al mismo tiempo que aumenta el sentimiento de hostilidad y desaprobación de la familia del alcohólico con respecto a él, debido a eso el alcohólico sale doblemente perjudicado, la crítica, los regaños, los consejos moralizadores aumentan el sentimiento de culpabilidad del alcohólico y su resentimiento contra él mismo y contra sus familiares por lo que toda la situación empeora aún más, los familiares no giraron el cheque sin fondos pero al pagarlo aprobaron este acto en cierta forma al mismo tiempo que verbalmente lo censuraron cuando los familiares son incapaces de hacerle frente a la ansiedad que causa el alcohólico se aumenta en gran medida el progreso de la enfermedad uno de los síntomas de la enfermedad es que ni el alcohólico ni su familia son capaces de enfrentarse a la realidad, el giro de un cheque sin fondos y que la familia lo haga efectivo son solo dos aspectos del mismo problema.
El alcohólico nunca aprenderá a resolver sus propios problemas de manera responsable si la ansiedad de los familiares impulsa la remoción del problema antes de que el alcohólico se enfrente a él y lo resuelva o sufra las consecuencias esto no solo aumenta la irresponsabilidad del alcohólico sino también la hostilidad el resentimiento y la tensión entre el alcohólico y sus familiares, los familiares contribuirán con el progreso de la enfermedad a menos que aprendan a reconocer y manejar la ira y la ansiedad. Lo que primero necesitan hacer es enfrentarse a sus propios problemas ya que antes de eso el alcohólico no podrá percibir ningún efecto beneficioso para esto se necesita ayuda tal como cualquier problema grave necesita de la ayuda fuera de la familia, mientras la familia le ayuda a librarse automáticamente de las consecuencias de la bebida, el alcohólico puede seguir negando que exista problemas de bebida y que necesita ayuda la ayuda para el alcohólico y sus familiares debe buscarse fuera del circulo de los familiares amigos y vecinos.
En Caminos Posibles trabajamos con los familiares impartiendo talleres de reeducación familiar, que proporcionan información relevante para desarrollar las herramientas necesarias para mejorar las relaciones interpersonales con el miembro de la familia que padece de la adicción. Estos talleres son impartidos por profesionales altamente capacitados en el campo de las adicciones.