ABUSO SEXUAL: DETONANTE DE CONSUMO DE SUSTANCIAS

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El abuso sexual es un problema en la sociedad actual que puede estar relacionado con padecer una drogodependencia, por tal motivo en Caminos posibles nos capacitamos para intervenir desde la ética humana en el afrontamiento del consumo de sustancias adictivas y brindar la orientación pertinente tanto a las víctimas de abuso sexual, como a sus familiares.

Una de las manifestaciones más crudas de la violencia sexual es el abuso sexual experimentado en la infancia o la adolescencia e inclusive en mujeres en edad adulta. Es una forma de agresión ocultada por mucho tiempo, que hace víctimas a los seres más vulnerables, no es particular al género femenino, sin embargo, se ha visibilizado mucho más en dicho género. Es difícil que los menores hablen del abuso cuando les está ocurriendo; por un lado, no saben nombrar los órganos sexuales, y por otro, los agresores –predominantemente hombres– utilizan estrategias verbales para llevar a cabo el abuso y prevenir que sus víctimas hablen de lo ocurrido. De este modo, en el caso de los menores se manifiesta la dificultad para darle sentido a este suceso, lo que hace menos probable que le digan a alguien lo que les está pasando. Por lo que esta forma de violencia puede considerarse como una expresión de dominación masculina sobre mujeres y menores, por lo que sus posibles efectos a corto y largo plazo en la salud física y mental suele tener consecuencias severas.

Se ha identificado que la violencia sexual incluye actos que van desde el manoseo hasta las relaciones sexuales, desde incidentes aislados hasta el abuso crónico, y abarca las relaciones sexuales entre adolescentes, así como los ataques violentos de los adultos hacia niños, adolescentes o mujeres por lo que es importante tener presente en términos generales las secuelas que se pueden llegar a presentar cuando se es víctima de violación:

  • Baja autoestima.
  • Depresión.
  • Miedo al éxito.
  • Habilidades sociales inadecuadas.
  • Relaciones sexuales e interpersonales problemáticas.
  • Confusión sexual y conductas sexualizadas.
  • Conductas extremas/autodestructivas (especialmente en la vida sexual).
  • Prácticas sexuales sin protección (desajustes sexuales)
  • Tendencia a la revictimización.
  • Agresión/ira.
  • Síntomas postraumáticos.
  • Trastornos de la alimentación.
  • Experiencias disociativas en la edad adulta (se llega a presentar en víctimas de abuso físico y sexual en la infancia, o bien, abuso infantil y revictimización en la adolescencia o edad adulta).
  • Involucrarse en la prostitución, sobre todo si el abuso ocurrió a edades tempranas.
  • Abuso de drogas y/o sustancias psicoactivas.

La severidad de la sintomatología puede variar dependiendo del género de la víctima y de la combinación diversos factores, como la edad en que ocurrió el abuso, la relación que tiene con el perpetrador, la duración, la frecuencia y la severidad del abuso, el uso de fuerza involucrado, y el número de agresores.

Algunos de los síntomas más comunes en mujeres son los siguientes:

  • Trastorno por estrés postraumático.
  • Depresión.
  • Ideación suicida e intento suicida.
  • Insensibilidad emocional.
  • Trastornos psiquiátricos.
  • Dolores pélvicos crónicos.
  • Dolores de cabeza.
  • Trastornos gastrointestinales.
  • Disfunciones sexuales.
  • Dependencia al alcohol o las drogas.
  • Revictimización sexual.
  • Permitir maltrato por parte de la pareja.

Algunos de síntomas más comunes en hombres son los siguientes:

  • Sensibilidad interpersonal.
  • Ansiedad fóbica.
  • Depresión.
  • Obsesión-compulsión.
  • Baja autoestima.
  • Ideación suicida e intentos suicidas.
  • Abuso de sustancias.

Este tipo de abuso puede ser un predictor significativo del deterioro de la salud mental durante la adolescencia y la edad adulta, por lo que es importante identificar dos de las causas de la aparición de la drogodependencia en personas que fueron víctimas de abuso sexual:

  • Los trastornos psicológicos y los síntomas relacionados con el Trastorno de Estrés Postraumático o la Depresión, que han sido causados a partir de un suceso traumático.
  • El consumo de sustancias podría ser una consecuencia directa del abuso sexual y a causa de la drogodependencia llegan a surgir síntomas y trastornos psicológicos.

El consumo de sustancias se utiliza por las víctimas de abuso sexual para intentar manejar sus emociones, sentimientos y pensamientos ante dicho evento, usando la drogadicción como automedicación para así reducir la sensación de malestar que les aqueja, pero si la persona además presenta problemas de conducta, su consumo se puede ver favorecido en mayor medida, debido a la impulsividad y la falta de regulación, sin embargo existe una mayor dificultad para el manejo de la conducta cuando se trata del consumo de drogas ilegales por lo que hay una mayor probabilidad de cometer actos delictivos así como huir de casa y exponerse a situaciones de riesgo (estos factores también promueven el riesgo de consumir psicoactivos).

Tres factores que aumentan la probabilidad de desarrollar una drogodependencia en la vida adulta de las víctimas de abuso son:

  • Situaciones estresantes.
  • Desarrollo del Trastorno de Estrés Postraumático.
  • Conductas delincuentes.

 

 

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