ADICCIÓN A LA COMIDA

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Esta adicción es una de las más difíciles para quien la padece, porque la abstinencia no es la respuesta. La comida es una necesidad diaria. Los indicios de una posible adicción a la comida son una obesidad o una delgadez extrema, el perfeccionista en cuanto a la apariencia física y vestidos muy holgados o ajustados, o ritualizar las horas de las comidas, el “olvidarse de comer”, las dietas extremas y la respuesta familiar ante ellas…

Para superar la adicción a la comida se debe encontrar placeres positivos o reales. Se debe hacer algo agradable en lugar de comer. Se debe convertir al acto de comer en un trámite más y no en el centro de la vida. Se debe buscar tener una relación adulta con la comida. La comida entonces se convierte en un “solucionador” de los problemas de la persona.

Debemos enfrentar con eficacia los sentimientos como frustración, desamor, soledad y abandono; capacidad para enfrentar la presión de grupo; capacidad para conocernos, aceptarnos y valorarnos; capacidad para enfrentar situación de cambio o de crisis. Las personas anoréxicas y bulímicas parecen debatirse en vano con una urgencia que los avasalla. Los anoréxicos son adictos al adelgazamiento y muchos bulímicos se definen como adictos a la comida. Estos adictos a la comida continúan comiendo y vomitando (o purgándose) pese a conocer los riesgos que ello entraña para su salud. En el espacio de tiempo entre los atracones se puede experimentar un síndrome de abstinencia. El comportamiento adictivo (sea a cualquier sustancia, proceso o persona) es protegido por el adicto por hábitos y prácticas que tienden a proteger su conducta adictiva. Uno puede cambiar una adicción a la comida por una adicción a los ejercicios, pero ¿cuál es menos malo?, esto es discutible, pero lo importante es desarrollar un auto concepto saludable y mantenerlo.

Un desorden alimenticio se puede presentar en hijos de alcohólicos y en hijos de comedores compulsivos. Todos estos desórdenes alimenticios, tanto los atracones por la comida, como la anorexia y la bulimia, tienen sus raíces en la dinámica familiar. El meollo del comensal compulsivo es el pavor al abandono. La anoréxica piensa: “mientras controle lo que coma, no tendré que salir de la etapa “la niña buena”… podré quedarme en un estado eterno de infancia en donde yo no tengo que responsabilizarme por nada…”; la bulímica dice “puedo comer lo que quiera y no subir un gramo, a la vez que anestesiarme de todo aquello que me duele”; la comedora compulsiva dice: “si logro anestesiarme lo suficiente con comida, no tendré que sentir el dolor del rechazo social”.

Bulimia

“Es una enfermedad en la que la persona come en exceso o tiene episodios regulares de ingestión excesiva de alimentos, siente una pérdida de control. La persona luego utiliza diversos métodos como vomitar, consumir laxantes en exceso, a fin de prevenir el aumento de peso. Muchas personas con bulimia, aunque no todas, sufren de anorexia nerviosa”.

La bulimia se caracteriza por atracones incontenibles. A estos episodios de ingesta voraz les sigue, a menudo, el empleo de métodos purgativos para controlar la ganancia de peso.

Anorexia nerviosa

“Es un trastorno alimentario que implica limitar la cantidad de alimento que una persona come, ocasionando inanición y una incapacidad para permanecer en un peso corporal mínimo, considerado normal para su edad y estatura. Las personas con este trastorno pueden tener un gran miedo a aumentar de peso, incluso cuando están con peso insuficiente. El hecho de no consumir suficiente alimento o hacer demasiado ejercicio ocasiona pérdida de peso severa”.

La anorexia nerviosa tiene las siguientes características:

  • Rechazo a mantener un mínimo peso del cuerpo.
  • Un temor intenso a ganar peso.
  • Una percepción distorsionada de la imagen corporal.
  • Amenorrea en las mujeres.

La anorexia puede ser de dos tipos, el de tipo restrictivo y el de tipo atracarse/purgarse.

 

Esta Adicción o adicciones al igual que todas requieren de un programa de Ayuda, es por ello que, en Caminos Posibles, les brindamos un programa de atención completa que incluya la sanación de todas las heridas implicadas en la enfermedad.

 

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