¿ADICCIÓN ENFERMEDAD DEL CEREBRO?
Entre más sabemos lo que sucede en el cerebro de una persona adicta al alcohol, la nicotina o las drogas ilícitas, más difícil es considerar las adicciones como solo falta de voluntad o auto consentimiento. De hecho, en vista de gran número de investigadores, el único enfoque racional al problema de la adicción es tratar como enfermedad cerebral crónica… tal vez no curable pero controlable.
Ahora está claro que existen dos formas en que la adicción se puede considerar como un trastorno del cerebro.
En primer lugar, la investigación de diversos ángulos converge en la idea que ciertas diferencias innatas del cerebro predisponen a ciertas personas a la adicción más que a otras.
En segundo lugar, una vez que alguien comienza a abusar del alcohol, cocaína, heroína o anfetaminas, la alteración a largo plazo de la estructura y la función del cerebro hace en extremo difícil abstenerse de la droga adictiva solo mediante el poder de la voluntad.
Parte de la evidencia de la función de los factores genéticos en el alcoholismo proceden de estudios en gemelos. Entre los gemelos idénticos genéticos, si un gemelo es alcohólico es significativamente más elevado el riesgo de que el segundo también sea alcohólico que en gemelos no idénticos. Y si alguien no alcohólico adopta a hijos de alguien con dependencia al alcohol existe un riesgo tres o cuatro veces más elevado que en niños de padres no alcohólicos.
Así que el alcoholismo no solo es resultado del medio ambiente en que uno crece o un asunto de fortaleza de carácter sino una consecuencia de los genes que uno hereda.
Mas evidencia de que el alcoholismo está determinado en parte por los genes procede de los estudios con animales. Muchos investigadores han descubierto que pueden influir en la conducta de beber alcohol en roedores que crían selectivamente para tener ciertas características genéticas.
Otro trabajo muy reciente ha involucrado al neurotransmisor acido gama amino butírico GABA en el efecto de atracción y adicción del alcohol sobre el cerebro. De acuerdo a un estudio de la universidad de Carolina del Norte, se liberan sustancias químicas del cerebro llamadas neuroesteroides en respuesta al etanol, el ingrediente activo en el alcohol. Los neurotransmisores parecen fortalecer el efecto de las sustancias químicas que actúan en los receptores GABA, incluyendo el etanol. Una de las funciones del GABA, y de los receptores en que actúa, es inhibir el cerebro y la respuesta a la tensión del cuerpo.
Esto sugiere la posibilidad de que un factor de riesgo para el alcoholismo podría ser una baja concentración de neuroesteroides en el cerebro, que predispondría a unas personas a la dependencia del alcohol para lograr una respuesta de relajación normal a la tensión.
Por lo tanto, la adicción es una enfermedad que involucra tanto la genética como el contexto social, en Caminos Posibles trabajamos mediante un tratamiento multidisciplinario que apoya con tratamiento psiquiátrico a las alteraciones producidas en el funcionamiento cerebral procurando, reestablecerlo en la medida de lo posible.