¿CÓMO DISCUTIR BIEN?
Como seres humanos debemos comprender que cada persona está llena de creencias, expectativas y formas de ver la vida, las cuales están determinadas por el modelo de crianza con el que nos educaron.
Es por ello, que al momento de discutir debes tener en cuenta estas diferencias, con el objetivo de que uses las discusiones a tu favor, en lugar de que estas representen un riesgo para ti o tu familia.
Seguramente te habrás dado cuenta de que al discutir, experimentas una serie de emociones como el enojo, tristeza, frustración, estrés, angustia e incluso ansiedad, la mala noticia es que si no las gestionas de manera saludable, te pueden llevar a colocarte en situaciones de riesgo, puedes actuar de modo impulsivo y herir a los demás con tus palabras, e incluso llegar a ejercer violencia física.
Por otro lado, estás “emociones negativas”, pueden llevar a que generes creencias irracionales asociadas al consumo, puede que estando enojado busques consumir alcohol, tabaco o marihuana bajo la creencia de que eso te hará sentir más relajado.
Hasta aquí, puede que te sientas identificado con estos efectos, ahora abordaremos cómo puedes llegar a discutir bien, recordando que el único propósito de la discusión es resolver un problema y no engrandecerlo.
En primer lugar, debes identificar los síntomas físicos que experimentas cuando estás enojado, quizá sientas que tu frecuencia cardiaca aumenta, que alguna parte de tu cuerpo está caliente o experimentas sudoración, ante ello, es importante que te tomes un tiempo para respirar de manera profunda y reducir la activación, lo que permitirá que controles tus impulsos y no reacciones de modo agresivo.
En segundo lugar, ubica cuál es el problema real y antes de hablar responde para ti mismo esta pregunta ¿Qué propósito tiene lo que voy a decir?, al comunicarte evita utilizar las palabras “nunca”, “siempre”, “te lo dije”, “no es para tanto”, ya que el interlocutor puede llegar a sentirse atacado o invalidado. Recuerda que la clave para resolver conflictos, es la comunicación asertiva, habla sobre lo que te lastima en primera persona, de modo respetuoso, respetando tus límites y los de los demás.
En tercer lugar, al término de la discusión, recuerda agradecer por el tiempo y la atención prestada. Ten presente que las discusiones no tienen por qué tener aspectos negativos si la manera en la que las enfrentas es la adecuada.
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