«EL ESTRÉS Y CONSUMO DE SUSTANCIAS ADICTIVAS»
Es inevitable el estrés en nuestras vidas y lidiar con él puede ser un problema para muchas personas.
El estrés nos podría conducir a comer más por comodidad, aislarnos socialmente o buscar ayuda en nuestros consejeros, psicólogos, etc., incluso, estresores comunes como jefes autoritarios, la congestión vehicular, y así sucesivamente, pueden promover el consumo de drogas.
También existe un estrés en la vida temprana que parece predisponernos al consumo de drogas cuando somos adultos, incluso muchos meses o años después de que haya ocurrido el factor estresante inicial.
El rango social y la frustración social también nos pueden conducir al consumo de drogas. Entonces, los efectos de los estresantes son sustanciales y duraderos, y el estrés es claramente un factor de riesgo para el consumo de droga y recaídas. Afortunadamente, este factor de riesgo puede, por lo menos en cierto grado, ser controlado. Los ambientes positivos parecen reducir la vulnerabilidad al consumo de drogas y recaída.
El estrés es algo que debemos aprender a manejar para reducir sus consecuencias destructivas.
En una persona adicta con consumo activo el estrés puede empeorar el consumo de drogas e iniciar o empeorar otros cuadros psiquiátricos como ansiedad y depresión, que pueden agravar el consumo de drogas.
Los adictos son más susceptibles al estrés y a menudo se encuentran estresados. Por ejemplo, con los ciclos de abstinencia o la realización de actividades sin el consumo de drogas pueden resultar muy estresantes y causar un efecto sumatorio que crea más estrés, lo que resulta en recaídas en el consumo de drogas.
El tratamiento del estrés es importante, pero, dado el riesgo de una recaída, probablemente es más importante en los consumidores de droga. Sin embargo, se requiere de mayor supervisión médica y cuidados, debido a que muchas de los fármacos que se utilizan para tratar el estrés contienen componentes adictivos.
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