LA ADICCIÓN Y LA DISFUNCIONALIDAD FAMILIAR
Como ya es sabido, la familia es un sistema conformado por un conjunto de personas con las cuales vamos creciendo y desarrollándonos, primero tenemos a dos figuras importantes y que sin ellas no sería posible nuestra existencia y les llamamos papá y mamá, estos seres tienen la labor de proveer a los hijos de amor, protección, educación y seguridad, entre algunas otras cosas, también tenemos a las personas que hacemos llamar hermanos, con ellos compartimos momentos, emociones, opiniones, etc., es decir, en conjunto de mamá y papá son nuestro laboratorio social.
¿Por qué nuestro laboratorio social?
Bueno se dice que en un laboratorio se llevan a cabo “experimentos” y en este caso, la familia es nuestra primera aproximación a la sociedad, mejor dicho, la familia es nuestra primera gran sociedad. Y como todo, dentro de ella existen normas, reglas, límites, así como jerarquías y roles a cumplir. Cada miembro de la familia evoluciona y se desarrolla a través de distintas etapas, sufriendo algunos cambios de adaptación y es aquí donde podemos comenzar a darnos cuenta de la funcionalidad o disfuncionalidad de cada familia, por ejemplo, para que una familia sea funcional es indispensable la comunicación, ya que a través de este medio se consigue desarrollar un ambiente adecuado para toda la familia puesto que todos tenemos la necesidad de compartir lo que sabemos, pensamos y sentimos tratando así de llegar a la resolución de conflictos que puedan presentarse.
El vínculo entre los miembros de una familia llega a ser tan estrecho que cualquier modificación en uno de sus integrantes puede producir cambios en los otros, los problemas que puedan originarse son debido a deficiencias en la interacción familiar, es decir, la manera en la cual se están relacionando y que como sistema afecta no únicamente a uno de sus miembros sino a todos.
La funcionalidad o disfuncionalidad de la familia no depende de la ausencia de problemas, sino de la respuesta que se tiene ante ellos, entonces cuando aparece un síntoma como es la adicción de alguno o varios de los miembros nos habla de disfuncionalidad, por lo que hay que ver a la persona o personas no como el problema sino como el portador de las dificultades que presenta la familia.
La funcionalidad familiar es la capacidad que se tiene para afrontar y superar cada una de las etapas del ciclo vital, así como los problemas que atraviesan, cumpliendo cada uno de los miembros de la familia con el rol, deberes y las tareas que le corresponden a cada quien.
En el linaje funcional se observa un estado de equilibrio que los mantiene unidos a pesar de las crisis que se presenten, permitiendo un desarrollo en todo el sistema familiar y que cada miembro alcance un mayor grado de madurez y responsabilidad de sí mismos. Estas familias se caracterizan por tener roles establecidos y definidos, todos trabajan en equipo con el propósito de alcanzar bienestar por igual, sin ninguna distinción, haciéndolo con entusiasmo y amor.
Por otro lado, tenemos la disfuncionalidad familiar, que hace referencia a que dentro del sistema familiar existe una incapacidad para reconocer y satisfacer las necesidades emocionales básicas de cada uno de sus miembros.
La familia se hace disfuncional cuando no se respeta la distancia generacional, además se invierte la jerarquía, su estructura familiar está lamentablemente alterada es por eso que la interacción entre los miembros es deficiente y existe dificultad en el desarrollo psicosocial de cada subsistema, su adaptación y la resolución de conflictos.
En una familia disfuncional no se respeta la individualidad de sus integrantes, ellos no se sienten como seres únicos prefieren conformarse de todo, los padres se creen perfectos y piensan que sus hijos son culpables de todo lo malo que sucede en el hogar.
No existe comunicación dentro del sistema, no son honestos con ellos mismos ni con el resto de tal manera que cada miembro vela por sus propios intereses. Existen dificultades para pasar de una etapa a otra del ciclo vital por lo que no pueden resolver conflictos es más cómodo mantenerse en la zona de confort e ignorarlos.
Es por lo anterior que surge el síntoma de “la adicción” ya que debido a la incapacidad de afrontar las situaciones que les causan conflicto prefieren darles una “solución fácil” acercándose al consumo y de esta manera evaden su parte de responsabilidad como miembro de la familia, adjudicando así, su parte a alguien más, y es ahí donde también aparecen las dependencias y codependencias en donde algún otro integrante de la familia toma toda la responsabilidad de quien presenta el consumo, esto a manera de “salvación”, involucrándose de una forma obsesiva en las situaciones o problemas del familiar adicto, frustrándose ante las repetidas recaídas, llegando a adquirir características tan anormales como las del propio adicto.
¿Y tú qué tan funcional crees que es tu familia?
