LAS RECAÍDAS EN UN PROCESO DE REHABILITACIÓN
Una recaída se define como un regreso a los patrones de comportamiento y pensamiento típicos de la adicción activa, que ya se habían superado (abstinencia) y que conllevan a volver al uso de la sustancia, volviendo al estado anterior a la recuperación.
Es importante tomar en cuenta que el abandonar una adicción implica cambiar comportamientos profundamente arraigados por lo que muchas veces, resulta fácil volver a ellos. Habitualmente, el proceso de recaída está formado por decisiones riesgosas que el individuo toma, y que, conectadas unas con otras, construyen la vía de recaída. Estas decisiones llamadas “de riesgo relativo”, parecen poco importantes pero su efecto es acumulativo y van llevando a la persona a un punto imposible de resistir, donde el uso de las drogas será ineludible, ya que los márgenes de susceptibilidad se han sobrepasado, estas decisiones de riesgo podrían ir desde volver al círculo social que lo orillaron a consumir o no seguir con un proceso terapéutico después de un proceso de rehabilitación.
Cabe destacar que existe una línea imaginaria o frecuentemente conocido como “línea de no retorno” luego de la cual no es posible detener la conducta de búsqueda de sustancias y, por tanto, su uso es casi seguro, en el caso de las drogas una vez que la persona vuelve a un consumo recurrente con la justificación de “Sólo en momentos especiales” o “Sólo una vez para ver mi control” es dónde ya se ha cruzado esta línea.
Qué síntomas considerar ante pacientes con adicciones para prevenir una posible recaída:
– Volver al pensamiento obsesivo con respecto al uso de sustancias.
– Insomnio e intranquilidad
– Aislamiento o pérdida de contacto con otras personas.
– Aumento de la irritabilidad y/o rencor, sobre todo con su círculo cercano
– Sentimientos de depresión y ansiedad
–La persona vuelve a lugares de riesgo, contacta con personas relacionadas con el uso de sustancias.
– Descuidar el plan de recuperación dejando de asistir a reuniones, faltando a las visitas con el terapeuta, incumpliendo el plan de rutina diaria, etc.
– Discusiones frecuentes en el hogar y con la familia.
– Actitud defensiva cuando se habla de su tratamiento y recuperación
La paradoja más evidente en la recaída es que mientras más agudizados están los síntomas señalados previamente, menor es la capacidad de la persona para poder aceptar las críticas/comentarios/sugerencias de las personas que lo rodean.
¿Qué siente un adicto después de recaer en el consumo?
Una persona que sufre adicción, si ha conseguido vivir un tiempo de conciencia respecto a lo que significaba el daño que se estaba induciendo y, por tanto, ha conseguido la abstinencia, después de recaer, de ceder al impulso, se viene abajo inevitablemente. Su autoestima se derrumba y vuelve a sentirse como lo hacía antes del tratamiento, si hay un poco de autoconocimiento, la persona la pasa muy mal, se culpabiliza, vuelve a tener miedos, inseguridad. Se trata de un estado potente de malestar, en el que se desprecia a sí mismo, no quiere hablar, piensa que no podrá parar su adicción, siente mucha vulnerabilidad e impotencia, así como mucha culpa.
¿Qué hacer después de una recaída por drogas? ¿Cuáles son los pasos a seguir?
La persona que sufre adicción convive con una enfermedad y no está exenta de las recaídas. Es algo que puede suceder, sin embargo lo que se tiene que hacer es buscar inmediatamente su fuente de recuperación, volver a profundizar en el tratamiento y a encauzar su vida, esto sin castigarse, pero tomando las medidas que le ayuden a frenar el comportamiento, porque una recaída puede significar el primer consumo de muchos.
También puede pasar que la recaída implique una lección dentro de la recuperación. Pero en todo caso hay que protegerse y retomar las pautas que hemos ido asimilando en nuestra recuperación y que nos mantenían lejos del consumo. Entre otras:
- Acudir a nuestro/a terapeuta
- Acudir a la terapia de grupo
- Encontrar espacios para reflexionar y ver cuál ha sido el motivo de la recaída.
En Caminos Posibles, mediante el tratamiento que se les ofrece a los usuarios se concientiza sobre la importancia de mantenerse firmes ante su tratamiento de rehabilitación, para que consecuentemente, al volver a su vida cotidiana fuera del centro de rehabilitación disminuya la probabilidad de recaída y busquen vivir una vida fuera de aquellas sustancias que alguna vez perjudicaron su vida.
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