¿QUÉ ES EL PERDÓN Y PORQUE ES IMPORTANTE?
Cuando te sientes imperdonable, te dices que no puedes cometer errores y no puedes equivocarte. Es tal la rigidez y exigencia que te impones, que terminas castigándote de variadas maneras.
El sentimiento de no perdonarte te lastima y no te permite moverte. Cuando no perdonas, sigues atado al pasado, cargándolo sobre tus hombros, lo cual hace que te mantengas alejado del presente, de donde puedes estar en armonía y en paz contigo.
Para encontrar paz, necesitas perdonarte y perdonar a los que te han hecho algo, pues si no lo haces, seguirás atado a esa persona, que sigue viviendo en tu mente y en tu cuerpo con el odio y el coraje que sientes hacia él/ella. Es necesario que dejes ir el resentimiento, la crítica y los juicios hacia esa persona y te abras a la compasión para saber que esa persona se equivocó, así como tú y todos los seres humanos nos equivocamos.
Mantenerte en el odio, en el enojo o en la lástima de ti mismo te puede hacer más daño que el evento, ya que te mantienes paralizado, frustrado y molesto, y vivir así no te lleva a disfrutar tu potencialidad con la que fuiste creado para vivir. Tú solo te castigas y castigas a los que viven cerca de ti.
Tómate tu tiempo para procesar todo lo que sientas antes de perdonar.
Muchas personas creen que el perdón consiste en perdonar lo que te hizo otra persona y que al hacerlo aceptas ese comportamiento, sin embargo, no necesariamente tienes que perdonar la ofensa de la otra persona. Lo importante es que te liberes de esa atadura que tienes puesta con la persona y que llegues a perdonar por qué lo hizo, aunque nunca llegues a perdonar lo que te hizo.
Si alguien te hizo algo, es recomendable que expreses primero las emociones que sientes respecto de ese evento, deja salir el odio, las ganas de venganza y la ira y siente lo que hay honestamente. Una vez liberadas con intensidad las emociones, puedes ahora pensar por qué crees que lo hizo: generalmente encontrarás que fue por valores que quizá la persona nunca aprendió, por respuestas enfermas, por ignorancia, etcétera. Cuando entiendas por qué lo hizo, podrás perdonar y sentir la liberación al hacerlo, aun cuando nunca llegues a perdonar el acto ofensivo.
Perdónate por no ser perfecto, por haber cometido o seguir cometiendo errores; eres un ser humano y todos, sin duda alguna, nos equivocamos y aprendemos de nuestros errores. Ponte en contacto con tu compasión abriendo tu corazón y date permiso de ser quién eres, con tus errores y aciertos, con tus bellezas y fealdades.
¿Tienes dudas de cómo ayudar a algún familiar?
¡Contáctanos, nos encantaría escucharte!
Comunícate con nosotros al (443)-3-13-99-26.
¡Gracias por visitar nuestro blog!
¡Cuidamos lo que más amas!