¿Qué son las drogas sintéticas, y por qué son tan peligrosas?
Una droga sintética es una sustancia creada de forma artificial mediante la manipulación de productos químicos. Esta sustancia produce una serie de efectos directos sobre el sistema nervioso central como inhibir el dolor, alterar las percepciones y modificar el estado anímico del consumidor. Las drogas sintéticas eran en un inicio principios activos que fueron abandonados por las industrias farmacéuticas por sus efectos nocivos. Sin embargo, estas sustancias fueron rescatadas y distribuidas en distintas presentaciones llamativas (comprimidos, cápsulas, polvos o líquidos) para su consumo como droga.
El problema de las drogas modernas evolucionó gradualmente a partir del uso de productos/preparados vegetales de potencia psicoactiva relativamente baja, con fines de rituales, espirituales o curativos. Con el avance de la ciencia natural y de la tecnología farmacéutica se hizo posible refinar los compuestos psicoactivos (por ejemplo, la morfina y la cocaína) a partir de productos vegetales crudos (opio y hoja de coca respectivamente). La disponibilidad del principio activo puro facilitó aplicaciones médicas más seguras y concretas, mientras que el uso terapéutico de estas sustancias todavía dependía de la disponibilidad de la materia vegetal cruda. A finales del siglo XIX y principios del siglo XX, cuando la investigación y la industria farmacéutica alcanzaron una magnitud y un nivel de sofisticación razonables, la fabricación sintética de drogas terapéuticas comenzó a competir, en términos de eficiencia en función del costo, con el aislamiento de principios activos a partir de los materiales naturales crudos. Como resultado se consiguió fabricar en laboratorios de todo el mundo los principios activos puros de diversos productos de consumo tradicional extraídos de plantas, utilizando la mayoría de las veces sustancias químicas iniciales baratas y fáciles de conseguir, y hacer así, que muchos de esos medicamentos fueran accesibles para amplios sectores de la sociedad a bajo costo.
Posteriormente, iniciaron la búsqueda de drogas con efectos terapéuticos idénticos o similares, pero con mayor potencia o una acción más concreta, es decir con menos efectos secundarios no deseados. El principio de modificar la estructura química de determinada molécula matriz bien estudiada, conocido como diseño de droga o modelación de droga, es un concepto básico en la investigación farmacéutica y en la fabricación industrial moderna. Un ejemplo de drogas sintéticas modernas modeladas, es un grupo de opioides sintéticos, los fentanilos, que se utilizan como analgésicos y en anestesia.
Mientras los objetivos de la industria farmacéutica son desarrollar medicamentos más seguros o incrementar la acción específica para un determinado tipo de efecto terapéutico, el objetivo de los fabricantes clandestinos es crear sustancias con los perfiles farmacológicos que busca la población consumidora.
Hay cinco clases importantes de drogas de diseño:
- Opioides sintéticos
- Derivados de la fenciclidina (PCP)
- Triptaminas
- Derivados de la metacualona
- Fenilalquilaminas
Efectos de las drogas sintéticas
La mayoría de estas drogas provocan una serie de efectos psicoactivos que inhiben el dolor, alteran las percepciones visuales y acústicas y mejoran el estado anímico. Sin embargo, uno de los mayores peligros de las drogas sintéticas es el desconocimiento de su composición, ya que normalmente se utilizan productos químicos dudosos. Esto las convierte en sustancias psicoactivas potencialmente peligrosas al no tener constancia de alguna de las consecuencias que puede provocar su consumo. Y es que, a pesar de los efectos “positivos” mencionados, los negativos son muchos más en proporción y todos ellos muy peligrosos, tanto a corto como a largo plazo.
A corto plazo los efectos pueden ser muchos entre los que encontramos:
- Pérdida de memoria
- Ansiedad
- Depresión
- Falta de apetito
- Trastornos del sueño
- Ataques de pánico
- Agresividad
- Infartos cerebrales
- Trombosis
- Hipertermia
- Muerte (en dosis muy altas)
Por otro lado, se ha observado cómo a largo plazo los daños neurológicos producidos pueden ser irreversibles.
Drogas sintéticas más consumidas
Existen en el mercado multitud de drogas de este tipo, debido sobre todo a que constantemente aparecen versiones distintas con cambios de receta a medida que las drogas más antiguas se ilegalizan. Aun así, nos fijaremos en algunas de las más importantes.
- Éxtasis
También conocido como MDMA, se trata de una fenetilamina consumida especialmente en conciertos, festivales de música y discotecas. Su principal atractivo es que potencia la percepción de la música y las luces en estos ambientes. Entre sus efectos, eleva la temperatura corporal y la percepción de los latidos del corazón y la respiración. También puede ocasionar ataques de pánico y paranoia en general. Cuando los efectos empiezan a desaparecer causa calambres en los músculos de la mandíbula.
- Cocaína sintética
Esta droga imita químicamente a la cocaína, con la diferencia de que esta versión de diseño es legal en la mayoría de los países. La cocaína sintética puede comprarse a través de tiendas y páginas web, etiquetada como producto químico de investigación o fertilizante para plantas. Se consume de forma inhalada, del mismo modo que la cocaína de verdad. Tiene efectos estimulantes por lo que puede ocasionar hipertensión arterial y un incremento del ritmo cardíaco. Además, también puede provocar ansiedad y episodios psicóticos de forma temporal.
- Cannabinoides sintéticos
Estas sustancias imitan en este caso los efectos de la marihuana, aunque químicamente no tienen nada en común una y otra a excepción de que la reacción que provoca en el cuerpo es similar en ambas. Los efectos de los cannabinoides sintéticos son cuatro veces más grandes que los que produce la marihuana si la droga se consume fumada. Estas drogas producen confusión, agitación, náuseas y mareos además de aumentar la frecuencia cardíaca. Ha habido casos en los que pueden producir daños cardíacos graves.
- Ketamina
En la actualidad se usa como tranquilizante para animales y fue descartada en su momento como anestésico humano por sus efectos secundarios como agitación y alucinaciones. Al tratarse de una sustancia legal, los consumidores la consiguen robándola a los veterinarios o comprándola a los que no tienen remordimientos para venderla. Entre los efectos que provoca encontramos sedación y una desconexión de la conciencia de uno mismo y de los propios pensamientos. Un consumo prolongado puede causar daño irreversible en la vejiga hasta el punto de destruirla.
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